Oración a San Agustín para pedir la Paz Interior y Serenidad Divina
Oración a San Agustín para pedir la Paz Interior y Serenidad Divina. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, te invoco, San Agustín, humilde siervo de Dios, para que intercedas por mí en mi búsqueda de la paz interior. Que tu sabiduría ilumine mi camino, y me guíe hacia la serenidad que anhelo.
Oh San Agustín, doctor de la gracia divina, te pido que intercedas ante el Altísimo para que, a través de su misericordia, se disipen las tormentas que perturban mi corazón. Concédenos el don de la paciencia y la fortaleza.
Te pido para la fortaleza para superar, las pruebas que la vida nos presenta. Santo y fiel seguidor de Cristo, enséñame a encontrar la paz, en la oración y la reflexión. Que, al igual que tú, pueda hallar consuelo en la presencia divina.
San Agustín te pido descanso en la confianza plena, en el amor de Dios. San Agustín, defensor de la verdad y la fe, ruega por mí para que, en medio de las adversidades, pueda discernir la voluntad de Dios, y caminar con firmeza en su camino.
Que la paz que tanto anhelo brote de la aceptación de su divina providencia. Qué todo lo que se ponía en mi camino, como problemas y han hartado mi vida, se vayan para siempre y que solo esté, la paz que tanto anhelo oh santo adorado.
Concluyo esta oración confiando en tu intercesión, San Agustín, y en la bondad del Señor. Que la paz, que sobrepasa todo entendimiento, inunde mi vida y me permita vivir en armonía con la voluntad divina y que Dios esté siempre en mi camino.
Amén.
Reza dos padrenuestros
San Agustín de Hipona
También conocido como Agustín de Tagaste, fue un influyente teólogo y filósofo cristiano nacido en el año 354 en Tagaste, en la provincia de Numidia, que hoy forma parte de Argelia. Es uno de los Padres de la Iglesia y una figura clave en la historia del pensamiento cristiano.
San Agustín pasó parte de su vida alejado de la fe cristiana, llevando una vida disipada y siguiendo corrientes filosóficas como el maniqueísmo. Sin embargo, después de una profunda experiencia de conversión, se convirtió al cristianismo y fue bautizado por San Ambrosio en Milán en el año 387.
Es conocido por sus numerosas obras, entre las que destacan «Confesiones» y «La Ciudad de Dios». «Confesiones» es una autobiografía espiritual en la que Agustín reflexiona sobre su vida, sus pecados y su conversión. «La Ciudad de Dios» aborda temas teológicos y filosóficos, defendiendo la fe cristiana frente a las críticas de la época.
San Agustín contribuyó significativamente al desarrollo de la doctrina teológica, especialmente en áreas como la gracia, el pecado original y la Trinidad. Su pensamiento ha influido profundamente en la teología cristiana a lo largo de los siglos.
Agustín también desempeñó un papel importante como obispo de Hipona. Durante su episcopado, se dedicó a la pastoral, la predicación y la defensa de la fe. San Agustín es considerado uno de los mayores pensadores de la Iglesia y su influencia ha trascendido el ámbito religioso para impactar en la filosofía y la teología occidentales.
Su legado ha perdurado a lo largo de los siglos, y su pensamiento sigue siendo objeto de estudio y reflexión en la actualidad. San Agustín falleció el 28 de agosto del año 430 en Hipona, en lo que hoy es Argelia. Su fiesta litúrgica se celebra el 28 de agosto en la Iglesia católica.