Oración a San Juan Diego para proteger contra el mal

  • por

Oración a San Juan Diego para proteger contra el mal

Oración a San Juan Diego para proteger contra el mal. Oh, glorioso San Juan Diego, humilde mensajero de la Virgen de Guadalupe, te acudimos en busca de tu poderosa intercesión en estos tiempos de adversidad y peligro. Tú, que fuiste fiel testigo de la presencia maternal de la Virgen María, protege nuestras vidas y hogares de toda maldad.Oración a San Juan Diego para proteger contra el mal

Con tu ejemplo de sencillez y confianza en la providencia divina, fortalécenos en nuestra lucha contra las fuerzas del mal que intentan alejarnos del camino de la verdad y la virtud. Enséñanos a permanecer firmes en la fe, como tú lo hiciste, incluso en momentos oscuros.

Oh, San Juan Diego, modelo de humildad y entrega, ruega por nosotros ante el trono de la Santísima Virgen, para que, bajo su manto protector, encontremos refugio seguro contra toda amenaza y peligro que se presente en nuestro camino.

Que tu valiente testimonio de amor por María nos inspire a vivir con devoción y fervor cristiano en medio de un mundo lleno de tentaciones y peligros.
Concédenos, oh, amado San Juan Diego, vela por mi entre el bien y el mal, y la fortaleza para resistir las seducciones del maligno.

Que encomendados a tu valiosa protección, podamos perseverar en la virtud y en la búsqueda del Reino de Dios, sin desviarnos por senderos de perdición y pecado. Que tu bondadosa intercesión nos cubra con el manto de la gracia divina.

Y que nos conduzca siempre por el camino de la justicia y la paz. Que en cada paso que demos, sintamos tu presencia cercana y tu ayuda poderosa, guiándonos hacia la victoria sobre las fuerzas del mal y hacia la plenitud de vida en Dios.

Amén.

Reza dos avemarías

San Juan Diego

Cuyo nombre original en náhuatl era Cuauhtlatoatzin, fue un indígena mexicano que vivió durante el siglo XVI. Es conocido principalmente por su papel en las apariciones de la Virgen de Guadalupe en México en diciembre de 1531.

Según la tradición católica, la Virgen María se le apareció a Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, cerca de la Ciudad de México, en cuatro ocasiones. En una de estas apariciones, la Virgen le pidió que fuera a ver al obispo Fray Juan de Zumárraga y le solicitara la construcción de una iglesia en ese lugar. A pesar de la desconfianza inicial del obispo, tras la presentación de las pruebas milagrosas —las rosas recogidas por Juan Diego en su tilma, que dejaron impresa la imagen de la Virgen—, se construyó la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, que se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación católica en el mundo.

La historia de Juan Diego es venerada por los católicos como un símbolo de la importancia de la fe y la devoción mariana en la evangelización de América Latina. Fue canonizado como santo por el Papa Juan Pablo II el 31 de julio de 2002, convirtiéndose en el primer santo indígena de América.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *