Oración a Santa María Doménica para tener paz en mi alma
Oración a Santa María. Oh, Santa María Doménica Mantovani, ejemplo luminoso de amor y servicio, te imploro que intercedas ante Dios Todopoderoso en mi nombre. En estos momentos de turbulencia y agitación, te ruego que infundas paz en mi alma y en mi espíritu. Que tu ejemplo de entrega desinteresada a los más necesitados sea mi guía.
Concédeme, oh, Santa María Doménica, la gracia de aceptar con humildad los designios divinos y de confiar en la misericordia de Dios en todo momento. Que tu amor por Cristo y por los más desfavorecidos, inspire en mí una actitud de compasión y comprensión hacia los demás.
Que en la quietud de mi corazón, encuentre la fuerza para superar las pruebas y encontrar consuelo, en la presencia amorosa de Dios, para encontrar serenidad en medio de las adversidades. Te pido que me des confianza en el camino que Dios tiene preparado para mí.
Dios es amor
Santa María Doménica, tú que conociste el sufrimiento y la soledad, te pido que me ayudes a encontrar consuelo en la oración y en la comunión con Dios. Que en mi búsqueda de paz interior, pueda experimentar la presencia sanadora del Espíritu Santo, que disipe mis temores y angustias, y me llene de serenidad.
Te pido, oh, Santa María Doménica, que intercedas por mí ante el trono de la gracia celestial, para que pueda experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento. Que en medio de las tormentas de la vida, pueda encontrar refugio en el amor de Dios y en tu protección maternal.
Santa María Doménica Mantovani, ruega por mí para que pueda encontrar la verdadera paz que solo Dios puede dar. Que mi corazón esté siempre abierto a recibir el don de la paz y que mi vida sea un reflejo del amor y la bondad de Dios. Que mi alma sea un oasis de paz y esperanza, irradiando la luz de Cristo.
Amén.
Santa María Doménica Mantovani
Fue una religiosa italiana nacida el 12 de noviembre de 1862 en Castelletto di Brenzone, en la región de Verona. Fundó la congregación de las Hermanas de la Caridad de Verona, también conocidas como las Mantovani, en 1892, junto con San Luis Guanella. Su vida estuvo marcada por una dedicación profunda al servicio de los necesitados, especialmente de los enfermos y los más desfavorecidos.
Santa María Doménica y su congregación se dedicaron a cuidar a los enfermos en sus hogares y a proporcionar educación a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Durante su vida, enfrentó numerosos desafíos y dificultades. Siempre mantuvo una confianza inquebrantable en la providencia de Dios y un espíritu de amor y entrega total a los demás.
Fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el 16 de octubre de 1988, reconociendo así su santidad y su ejemplo de vida cristiana. Santa María Doménica Mantovani es venerada como patrona de los enfermos, de las mujeres embarazadas y de quienes cuidan a los enfermos en sus hogares. Su fiesta se celebra el 2 de febrero.