Oración al Padre San Damián para ayuda protección y consuelo

  • por

Oración al Padre San Damián para ayuda protección y consuelo

Oración al Padre San Damián. En este amanecer radiante, Padre San Damián de Molokai, elevo mi corazón hacia ti con humildad y devoción. Te imploro, noble siervo de los leprosos, que extiendas tu manto de compasión sobre mí, protégeme del mal que aceche mi camino.Oración al Padre San Damián para ayuda protección y consuelo

En este momento presente, siento tu presencia benevolente a mi alrededor. Oh, San Damián, guía mis pasos y fortalece mi espíritu en las adversidades. Concede tu gracia para que, como tú, pueda ser de amor y consuelo hacia los que necesitan.

En tu infinita sabiduría, Padre Damián, te pido que alivies mis preocupaciones y tristezas. Sé mi refugio en los momentos de aflicción y desesperanza, permitiendo que tu luz ilumine mi sendero y encuentre consuelo en tu divina presencia.

Bajo la sombra de tu cuidado paternal, confío en tu intercesión poderosa. Protege a mi familia, amigos y seres queridos, envuélvelos en tu abrazo amoroso, y que tu poder sanador se manifieste en sus vidas.

Padre San Damián, modelo de sacrificio y entrega, inspírame a vivir con generosidad y compasión hacia los demás. Hazme consciente de las necesidades de quienes me rodean y concédeme la fuerza para servir con humildad y amor.

En este momento de oración, me encomiendo a tu bondad infinita, Padre San Damián de Molokai. Que tu protección constante y consuelo divino me acompañen a lo largo de mi jornada, guiándome hacia la paz y la serenidad.

Amén.

Reza dos credos

San Damián de Molokai

También conocido como Padre Damián, nació el 3 de enero de 1840 en Trémelo, Bélgica, con el nombre de Jozef De Veuster. Ingresó a la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María y, en 1864, fue enviado como misionero a Hawái, donde se dedicó a trabajar con la comunidad católica y con los leprosos en la isla de Molokai.

Uno de los mayores logros de San Damián fue su dedicación y servicio a los afectados por la lepra (también conocida como la enfermedad de Hansen), una enfermedad contagiosa y estigmatizada en ese momento.

A pesar del peligro para su propia salud, se ofreció voluntario para trabajar en la colonia de leprosos en Molokai, donde vivió entre ellos, compartió sus penas y necesidades, y brindó consuelo espiritual.

San Damián trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de los leprosos, construyendo viviendas, organizando actividades educativas y religiosas, y brindando atención médica. Su compromiso y amor por aquellos que sufrían le valieron el respeto y la admiración de muchos.

Contrajo la lepra en 1885 y continuó su labor hasta su fallecimiento el 15 de abril de 1889. La vida de San Damián de Molokai es un ejemplo de abnegación, entrega y caridad hacia los más necesitados. Fue canonizado por el Papa Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009. Su fiesta se celebra el 10 de mayo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *