Santa Virgen María Oración para proteger ante el peligro a los hijos
Oh, Santa Virgen María, madre celestial y guía amorosa, te suplicamos que cuides con tu ternura maternal a nuestros hijos, protegiéndolos en todo momento de los peligros que puedan acechar sus vidas. Bajo tu amparo, Madre misericordiosa, confiamos la seguridad y el bienestar de nuestros hijos.
Confiados en tu poderosa intercesión, Madre amada, depositamos la seguridad y el resguardo de nuestros hijos, sabiendo que bajo tu cuidado nunca estarán desamparados ni expuestos al mal. Madre Santa solo tu puedes tenerlos a buen recaudo ante el peligro.
Te pido para que en tu presencia encuentren siempre paz y protección ante cualquier situación adversa.
Con tu mano amorosa, aparta de ellos todo mal y peligro, y con tu mirada compasiva, guíalos por senderos seguros y libres de riesgos.
Que tu luz divina ilumine su camino y los aleje de todo peligro físico, emocional o espiritual. En ti, Virgen María, depositamos nuestra confianza y esperanza, sabiendo que tu intercesión poderosa nos brinda seguridad y amparo en todo momento.
Protege a nuestros hijos con tu manto sagrado y llévalos siempre hacia la protección de tu Hijo Jesús.
Gracias, Madre amorosa, por tu constante cuidado y protección. Que tu bendición nos acompañe siempre y nos guíe por el sendero de la vida en paz y seguridad.
Oh, Santa Virgen María, escucha nuestras súplicas y acoge nuestras plegarias con tu corazón compasivo. Que tu presencia maternal sea un escudo poderoso que proteja a nuestros hijos de todo peligro, fortaleciéndolos en la fe y en el amor.
Amén.
La Virgen María
Es una figura central en la tradición cristiana, especialmente en el catolicismo. Según la fe cristiana, María fue la madre de Jesús de Nazaret, quien es considerado el Mesías y el Hijo de Dios por los cristianos. Según los relatos bíblicos, María era una joven judía de Nazaret, prometida en matrimonio a José, un carpintero.
La concepción de Jesús en el vientre de María es considerada un milagro conocido como la Anunciación, donde el Ángel Gabriel le anunció que sería la madre del Hijo de Dios. Este evento es uno de los principales dogmas de la fe cristiana, y la concepción milagrosa se conoce como la Inmaculada Concepción.
María es venerada por los cristianos como un modelo de fe, humildad y obediencia a la voluntad de Dios. En las escrituras cristianas, María aparece en varios eventos importantes de la vida de Jesús, como su nacimiento, su presentación en el templo, y su crucifixión, entre otros.
En el catolicismo, así como en algunas ramas del cristianismo ortodoxo, María tiene un estatus especial y es objeto de devoción y veneración. Se la considera intercesora ante Dios y se le atribuyen numerosos títulos honoríficos como «Madre de Dios», «Reina de los Cielos» y «Virgen Inmaculada». Su papel como madre amorosa y protectora es una parte fundamental de la fe cristiana para millones de creyentes en todo el mundo.