El perdón es liberarse de un peso que llevamos. La enseñanza religiosa aborda ampliamente la importancia del perdón, pero ¿cómo lo llevamos a cabo en la práctica? ¿Cuál es el proceso real del perdón?
El perdón es liberarse de un peso
Hay que notar que desde sus inicios el perdón es un principio central en muchas religiones principales, como el cristianismo, el islam, el budismo y el judaísmo. Estas enseñanzas se encuentran en muchos escritos que vieron el perdón como esencia de la vida.
Así como en textos sagrados como la Biblia, el Sagrado Corán, los Sutras budistas y la Torá. Aunque se predica sobre el perdón, a menudo se nos habla de sus beneficios sin proporcionar una guía detallada sobre cómo perdonar.
Oración hacia el perdón
Perdón, palabra que calma y desata,
llave que abre las cadenas del alma,
luz que limpia las sombras del recuerdo,
descanso para quien ha sufrido en silencio.
Perdonar no borra lo vivido,
solo transforma la herida en enseñanza,
convierte el rencor en sabiduría,
y devuelve la paz que creí perdida.
Hoy decido soltar lo que duele,
dejar atrás la culpa y la ofensa,
porque ya entendí que no perdono por el otro,
sino por la libertad que me pertenece.
Que mi corazón se haga ligero,
que mis pensamientos se llenen de calma,
que el pasado encuentre su descanso,
y mi presente reciba la paz que merece.
Gracias por mostrarme el valor del perdón,
por enseñarme que amar también es soltar,
por recordarme que sanar no es olvidar,
sino elegir vivir sin peso en el alma.
Amén.
El perdón no nace se aprende
El perdón no es automático para la mayoría de las personas. No es un instinto natural. Si fuera fácil perdonar, el mundo sería muy diferente. Necesitamos aprender a perdonar. Rezar es parte del proceso, pero también debemos hacer nuestra parte. Así como un agricultor reza por buen clima y luego trabaja en sus campos.
El perdón requiere habilidades y herramientas que nos ayuden a cultivar una actitud indulgente. Necesitamos «cultivar» nuestros pensamientos y sentimientos, y deshacernos de las «malas hierbas» del rencor y la amargura.
Un método que podemos probar como es aprender a perdonarnos a nosotros mismos, porque uno es el que carga esa cruz de la ofensa que nos hicieron. Si nos perdonamos, nos libramos, así de simple.
Personas de diferentes religiones y culturas están utilizando estos pasos para aprender a perdonar a otros y a nosotros mismos. Si nos juzgamos a nosotros mismos, también necesitamos perdonarnos en nuestra mente.
Entender lo que es el perdón
La verdad es que necesitamos aprender a perdonar. Necesitamos algún tipo de método o técnica. Después de todo, generalmente se nos enseña a rezar. Desde pequeños, alguien nos enseñó una oración sencilla, y a medida que crecemos, aprendemos formas más complejas de oración.
Por lo tanto, es lógico y beneficioso aprender también un método sencillo para perdonar. Muchas personas creen que el perdón ocurre simplemente al incluirlo en una oración. Eso es parte del acto de perdonar. En la oración, pedimos ayuda a lo Divino, a lo Inefable.
Sin embargo, cuando se trata del perdón, eso es solo el primer paso; necesitamos hacer el resto del trabajo por nuestra cuenta. Los buenos resultados ocurre dentro de nuestros propios pensamientos y sentimientos, en nuestra propia mente. Al igual que el agricultor, necesitamos herramientas y habilidades que nos permitan obtener una cosecha de «cultivos beneficiosos» en lugar de malezas.