La poderosa sangre de Cristo Escudo de protección para mis hijos
La poderosa sangre de Cristo Escudo de protección para mis hijos. Con la poderosa sangre de Cristo y en el nombre de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sellamos y protegemos a nuestros hijos. Con fervor y fe, invocamos a la Virgen Santísima y a su esposo San José por ayuda.
Pedimos a los Ángeles, Arcángeles y Santos del cielo que cuiden y alejen de todo mal a nuestros hijos. Que los guíen en su camino y no permitan que reciban ningún daño. La sangre de Cristo sella y protege de accidentes.
Así como de peligros y catástrofes naturales. Encomendamos su destino al poder de la sangre de Jesús el Cristo, para que los proteja de enfermedades, dolores, padecimientos físicos y problemas de visión.
Sellamos y protegemos a nuestros hijos con el poder de la sangre de Cristo, que fue derramada para protegerlos de todo enemigo del cuerpo y del alma. Que no sufran daño alguno a manos de personas o hechos.
Señor Jesús, por tu preciosa sangre derramada en la Santa Cruz, te rogamos que limpies y purifiques a nuestros hijos. Sellamos su alma, cuerpo, espíritu, mente, corazón y vida para que estén protegidos contra el mal.
Te pedimos que les des fuerza, salud, defensa y auxilio en todo momento, especialmente en situaciones difíciles. Te suplicamos, Señor Jesús, que por los méritos de tu sangre, no permitas que pasen necesidades.
Alabado y bendito seas por siempre, Señor Jesús. Que tu sangre fluya por nuestras venas. Te encomendamos en el corazón inmaculado de la Santísima Virgen María, para que siempre estemos protegidos del mal.
Amén.
Reza tres Padre Nuestros, tres Ave Marías y un Gloria
Se recomienda repetir esta oración durante siete días consecutivos, comenzando preferiblemente los lunes o antes, si se cree que se necesita una protección especial o ayuda en problemas específicos.»
La sangre de Cristo
Es un símbolo sagrado y poderoso en la tradición cristiana. Representa el sacrificio y la redención de Jesucristo, quien derramó su sangre en la cruz por la salvación de la humanidad. Para los creyentes, la sangre de Cristo tiene un significado profundo y trascendental. Se considera una fuente de protección, sanación y liberación espiritual.
La sangre de Cristo se cree que tiene el poder de sellar y proteger a aquellos que la invocan con fe. Se considera un escudo contra todo mal, una defensa contra los enemigos tanto físicos como espirituales.
Además, se cree que la sangre de Cristo tiene el poder de purificar y limpiar, liberando del pecado y otorgando una nueva vida en Cristo. Es vista como una fuente de fortaleza, provisión y abundancia, tanto material como espiritual.
En resumen, la sangre de Cristo es un símbolo sagrado y poderoso que representa el sacrificio y la redención de Jesucristo. Es considerada una fuente de protección, sanación, liberación y provisión para aquellos que la invocan con fe. Su poder es valorado y reverenciado en la tradición cristiana como un medio de conexión divina y bendición.