Virgen del Olvido: oración para soltar recuerdos que duelen
Virgen del Olvido. Hay heridas que no sangran, pero pesan. Recuerdos que se repiten en silencio, impidiendo que el alma descanse y el corazón avance. Esta oración a la Virgen del Olvido no borra el pasado, pero te ayuda a liberarte de su carga.
Ella, madre del consuelo y guardiana del silencio sagrado, te invita a entregar todo lo que ya no puedes sostener. En cada palabra, un descanso. En cada suspiro, un nuevo comienzo. Reza con fe, sin apuro. Deja que su presencia amorosa te envuelva y te lleve de regreso a tu centro. Porque sí es posible sanar… y volver a vivir con paz.
Cuando el alma guarda recuerdos que duelen, la paz se vuelve lejana. Esta oración a la Virgen del Olvido es un acto de entrega profunda. Permite que su amor te ayude a soltar lo que pesa, a sanar lo que hiere, y a volver a caminar con el corazón liviano.
Oración
Virgen del Olvido, madre que guarda el silencio del alma, me arrodillo ante ti con el corazón cansado. He cargado memorias que no me dejan avanzar, recuerdos que duelen más que mil palabras, pesares que no me dejan en paz.
Te ruego, bendita Madre, toma entre tus manos sagradas estos fragmentos rotos, que aún me desgarran por dentro. No quiero seguir atado a lo que ya no soy, ni permitir que el pasado apague mi luz, ni que la tristeza me embargue.
Borra de mi mente lo que no me edifica, límpiame por dentro con tu compasión infinita. Que lo vivido se transforme en sabiduría, y que el dolor deje de gobernar mis días, hasta que mi vida sea de paz.
Hoy me entrego a tu amparo con fe absoluta. Cúbreme con tu manto, libérame del peso oculto. Haz que mis lágrimas rieguen una nueva vida
y que mi alma renazca… en paz y en libertad, que el corazón sane con amor.
Amén.
¿Qué es el amor?
El amor no siempre se trata de encontrar a la persona perfecta, sino de aprender a ver lo hermoso en la imperfección. Es un viaje que nos enseña paciencia, respeto y aceptación. El verdadero amor no exige, sino que ofrece; no busca cambiar al otro, sino que crece junto a él.
Es ese abrazo invisible que, aunque no siempre se ve, se siente profundamente en el corazón. El amor es una energía que sana, que perdona, que libera. Nos recuerda que, aunque la vida nos desafíe, el amor siempre tiene el poder de transformar el dolor en fuerza y la oscuridad en luz.
Nunca subestimes el poder de una palabra amable, una mirada sincera o un gesto de apoyo. En cada rincón de la vida, el amor se manifiesta de muchas formas, y en todas ellas, nos eleva a un estado de bienestar y paz que solo él puede ofrecer.
La Virgen del Olvido
También conocida como Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, es una advocación mariana poco conocida pero profundamente espiritual. Su origen se remonta a 1831 en Madrid, España, cuando la Virgen se apareció a la religiosa sor Patrocinio, una monja concepcionista.
En esta aparición, la Virgen pidió que se la invocara como “del Olvido”, no porque olvide al que sufre, sino porque ayuda a olvidar el pecado, el dolor, el rencor y todo lo que impide avanzar con el alma libre.
La devoción a la Virgen del Olvido está centrada en el consuelo, la liberación interior y la sanación emocional. Se la invoca especialmente para dejar atrás recuerdos dolorosos, vínculos tóxicos, experiencias traumáticas o culpas profundas. Su manto representa el abrazo del cielo para aquellos que desean soltar lo que ya no pueden sostener.
Aunque no es una advocación reconocida oficialmente por toda la Iglesia, muchos fieles sienten en ella un refugio poderoso. Su imagen suele mostrarla con un ramo de lirios blancos y un corazón brillante, símbolo de pureza y compasión. Es considerada una intercesora ideal cuando el alma quiere cerrar ciclos y comenzar de nuevo, desde la paz y el perdón.