Oración para la sanación de un enfermo a Santa María de Youville
Oración para la sanación de un enfermo. Santa María Margarita de Youville, madre compasiva y consoladora de los afligidos, acudimos a ti con humildad y confianza, implorando tu intercesión ante Dios por la pronta recuperación de nuestro ser querido enfermo.
En este tiempo de sufrimiento y debilidad, te encomendamos a [nombre del enfermo], cuya salud se ve afectada por la enfermedad. Te pedimos, Santa María Margarita, que derrames tus bendiciones sobre él, llenándolo de fuerza, consuelo y esperanza en su camino hacia la sanación.
Concédele, Santa María Margarita, el alivio del dolor y la fortaleza para enfrentar los desafíos que se presentan. Que tu amor maternal lo envuelva como un manto protector, brindándole paz y serenidad en medio de las pruebas y dificultades.
Intercede ante Dios, nuestro Padre misericordioso, para que conceda la gracia de una pronta y completa recuperación a [nombre del enfermo]. Que su cuerpo sea restaurado en salud y su espíritu fortalecido en la fe, para que pueda retomar su vida con renovado vigor y gratitud.
Te pedimos, Santa María Margarita, que acompañes a [nombre del enfermo] en su proceso de sanación, guiándolo con tu ternura maternal y sosteniéndolo/a con tu amor incondicional. Que cada día sea un paso hacia adelante en su camino hacia la plenitud de vida que Dios desea para él.
Te agradecemos, Santa María Margarita, por escuchar nuestras súplicas y por tu intercesión constante en favor de los enfermos y necesitados. Confiamos en tu bondad y en tu poderosa ayuda, y esperamos con fe el milagro de la recuperación de [nombre del enfermo].
Amén.
Santa María Margarita de Youville
También conocida como Marguerite d’Youville, fue una santa católica que vivió en el siglo XVIII en Canadá. Nació el 15 de octubre de 1701 en Varennes, Quebec, y falleció el 23 de diciembre de 1771 en Montreal, Quebec. Es conocida por ser la fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Montreal, también conocidas como las Hermanas Grises, debido al color de su hábito.
Santa María Margarita dedicó su vida al servicio de los menos afortunados, especialmente de los pobres, los enfermos y los marginados. Después de la muerte de su esposo, se convirtió en viuda y madre soltera de tres hijos, y experimentó numerosas dificultades económicas y personales. Sin embargo, mantuvo una profunda fe y una firme confianza en la providencia divina.
En 1737, junto con otras mujeres que compartían su visión de servicio caritativo, fundó la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Montreal. Esta congregación tenía como objetivo principal brindar asistencia a los más necesitados, estableciendo hospitales, orfanatos y escuelas para niños pobres.
Santa María Margarita es recordada por su caridad, su compasión y su dedicación a los más vulnerables. Fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el 9 de diciembre de 1990, convirtiéndose en la primera santa canadiense. Es venerada como patrona de los pobres, los enfermos y los marginados, y su vida y obra continúan siendo un ejemplo inspirador para muchos en la actualidad.